viernes, 23 de abril de 2010

Las Ítacas en Cavafis

Hace dos años me encontré por primera vez a Cavafis o a sus poemas para ser exactos.

Lo leí en un pequeño café que ostentaba un ojo turco en la entrada (un nazar), lo cual sin saberlo, resultó bastante aleccionador.

Y bueno, hago referencia evidentemente a Cavafis, por Ítaca, y de hecho, más que por el poema en sí, por la idea del poema.

ah bueno, cabe señalar que ese primer acercamiento, fue patrocinado por un buen amigo que ha aportado 2 de las tres mejores recomendaciones de mis últimas lecturas.

Pero esto de las ítacas… esto de buscar las aventuras y vivir en el camino.
Esto de ir aprendiendo, de tener en mente el destino, pero siempre ir aprendiendo, de vivirlo lento, sin prisa, de recorrer la vida aprovechando el camino, de aprender en el tránsito de la misma vida y no al final, y no esperar encontrar un punto final (que bien a bien, sólo sirven de referencia)

Creo que aún cuando lo sabes, en realidad es dificil valorar más el viaje que el destino.

y ultimadamente... creo ya haber conocido algunas Circes

Pero bueno… 

sería demasiado ponerlo?


Itaca
Cuando salgas en el viaje, hacia Ítaca 
desea que el camino sea largo, 
pleno de aventuras, pleno de conocimientos.
A los Lestrigones y a los Cíclopes, 
al irritado Poseidón no temas, 
tales cosas en tu ruta nunca hallarás, 
si elevado se mantiene tu pensamiento, 
si una selecta emoción tu espíritu y tu cuerpo embarga. 
A los Lestrigones y a los Cíclopes, 
y al feroz Poseidón no encontrarás, 
si dentro de tu alma no los llevas, 
si tu alma no los yergue delante de ti. 
Desea que el camino sea largo.
Que sean muchas las mañanas estivales en que con cuánta dicha, 
con cuánta alegría entres a puertos nunca vistos: 
detente en mercados fenicios, 
y adquiere las bellas mercancías, 
ámbares y ébanos, marfiles y corales, 
y perfumes voluptuosos de toda clase, 
cuanto más abundantes puedas perfumes voluptuosos; 
anda a muchas ciudades Egipcias a aprender y aprender de los sabios.
Siempre en tu pensamiento ten a Ítaca.
Llegar hasta allí es tu destino.
Pero no apures tu viaje en absoluto.
Mejor que muchos años dure: y viejo ya ancles en la isla, 
rico con cuanto ganaste en el camino, 
sin esperar que riquezas te dé Ítaca.
Ítaca te dio el bello viaje.
Sin ella no hubieras salido al camino.
Otras cosas no tiene ya que darte.
Y si pobre la encuentras, Ítaca no te ha engañado.
Sabio así como llegaste a ser, 
con experiencia tanta, 
ya habrás comprendido las Ítacas 
qué es lo que significan.
Constantino Cavafis


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